La extinción acecha a muchas especies marinas, conocidas y desconocidas. Las causas son diversas, los culpables solo nosotros mismos.
Las técnicas de pesca poco respetuosas con el medio marino, como por ejemplo la pesca de arrastre que literalmente barre el mar, arrastrando todo lo que allí habita, no sólo peces sino plantas, crustáceos, corales…
La pesca masiva de especies que tardan años en procrear y que por lo tanto son sensibles y su número disminuye a grandes pasos. Como las ballena azul, de 35 metros de largo y casi 200 toneladas, la ballena blanca o el cachalote.
Pero la principal amenaza para las especies marinas es la destrucción de su medio, la contaminación del agua y la utilización del fondo marino a modo de vertedero. Un ejemplo de esta actitud irrespetuosa hacia el mar por nuestra parte es la isla de basura que flota a la deriva por el Atlántico, del tamaño de la comunidad de Extremadura.
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